Los Habilitados de la “inflación”

Como último post del año dejo este que bien pudo ser el primero, pues el inicio de 2021 no fue nada halagüeño con la noticia de una “súper” habilitación de estampillas cubanas para cumplir con la multiplicada tarifa postal, de las más altas a escala mundial, y con el anillo al dedo de estos, con unos de los valores faciales más elevados del orbe.

Desde 1996 se habían destinado a la venta en moneda extranjera (con el equivalente peso convertible CUC) unos pequeños y poco vistosos sellos de orquídeas cubanas. Lo común era verlos desteñidos en algunos mostradores de las estaciones postales cubanas y la verdad nunca me pude explicar cómo faciales (en céntimos) en moneda nacional (CUP) eran destinados al expendio en dólares…me parecía un timo, pero en fin, a lo que íbamos: precisamente esta emisión, a las claras remanente en almacenes, fue la escogida para estampar la habilitación más alta del período revolucionario (si no me equivoco es la primera).

Fue la inicial “pista” postal del varapalo económico que significó para el país la unificación monetaria, la desaparición del CUP y el comienzo de una lógica inflación respecto al dólar. Para los foráneos diríamos que este es el llamado proceso de “reordenamiento económico”; costos, precios y servicios se han disparado en el sector estatal y el privado, así que en aras de más ganancia, garantía de salario y menos pérdidas muchas veces la solución ha sido embalar los precios. Ha pasado en todos los sectores (sin que se vea mejoría en la calidad de los servicios en la mayoría de los casos), pero a Correos se les ha ido la mano con las tarifas, sin marcha atrás a pesar de los reclamos. Respecto al salario medio el certificado anda por las nubes, multiplicado decena de veces.

Y de la “habilitación” a las inocentes flores epífitas les colocaron las astronómicas cifras de 100, 500 y 1000 pesos para franquear paquetería; aunque quedaron faciales menores y más comprensible como 1, 5, 10, 20 y 50. Tan cara emisión constituye un reservorio de valores, porque almacenar hojas de estos tipos equivale a la salvaguarda de dinero y muchos filatelistas ni siquiera pudieron o quisieron adquirir el set. Baste decir que el valor de 1000 al cambio oficial es un facial de más de 40 dólares, una barbaridad, record mundial, incluso más cuando la jubilación de un trabajador es ahora de 1538 pesos (en la cuota más baja estándar). ¿Se le podría pagar a un anciano con dos o tres pedacitos de estos “papelitos” dentados?

Lo incomprensible es tan altas cuotas para una nación que como Cuba es netamente importadora, no exportadora de paquetería, y en el presente 2021 quedó demostrado la casi inutilidad, pues los atascamientos de bultos llegados desde otras naciones ha desembocado en una prioridad del Estado. Tantos han sido los paquetes recibidos que la logística de Correos colapsó, han sido necesarias medidas urgentes, empleo de más almacenes, contratos a transportistas privados, tras miles de reclamos por demoras pérdidas y robos. Para colmo el 2021 ha sido un año de Covid, de contracción de vuelos internacionales y restricciones hacia y desde muchos destinos.

Otro aspecto es la lógica. Los sellitos de las orquídeas son bien pequeñitos, entonces si en verdad fuera necesario cumplir con una tarifa dos ejemplares de 500 bastarían para el “mil”. No hacía falta un valor tan elevado, el cual no puede estar tan a la mano en las estaciones porque es dinero guardado, valores muy altos.

Me gustaría saber cuan útil ha sido esta insólita habilitación tras un año, cuan utilizada ha sido esta tarifa, no en el aporte general monetario (lógico que puede ser superior a los precedentes), sino en número de usuarios respecto a otros tráficos (por ejemplo del 2020 o 2019).

En mi opinión personal se apuraron en haber una habilitación tan alta sin tener en cuenta cuestiones reales del mercado, porque si antes pocos cubanos hacían envíos a otras naciones, ahora menos lo harán al tener que destinar más “billetes” a servicios básicos y no ser precisamente los de correos los más perentorios.

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